“¿Cómo logro sobrevivir?”

“Eran grandes actores de la industria, y algunos eran mis amigos”, confirma, y desvela el mito que se levanta sobre el porno gay en el exterior. “Muchos me han preguntado: ‘Johnny, ¿cómo sobreviviste?’ Me quedé sin palabras. No tenía respuesta”.
Ser actor porno gay conlleva una presión extra a la que ya está sometida el mismo colectivo LGTB. A la homofobia, hay que sumar un peor pago en las escenas y una precariedad mayor que en el sexo heterosexual. A muchos les termina afectando a sus vidas personales, y la solución que bastantes han escogido es quitarse la vida.
“Nunca quise ser una estrella del porno. De hecho, yo ni siquiera sabía que existía tal cosa. Mi exposición a la pornografía ha consistido en tres cintas en VHS de los años 90 en las que me veo continuamente”, revela. “Hoy en día hay cientos de chicos haciendo alarde de el apodo de ‘estrella porno’, pero cobrando una fracción de lo que se ganaba hace cinco años”. La realidad de la industria del porno gay, por boca de Hazzard, no parece pasar un buen momento.
Fuente: ociogay.com